“Audentes fortuna iuvat”. La fortuna ayuda a quienes se atreven a intentarlo.
Publio Virgilio, Eneida, 10, 284.
Nos encontramos en el primer aniversario de Sonotones Canarias. Desde cero. Como si de una casa se tratara fuimos construyéndola poco a poco. Adentrándonos en un desierto. Con los ojos vendados y, a oscuras, pero con la seguridad y confianza que dan los años de experiencia, la formación, los conocimientos del sector y la motivación y ganas de comenzar un proyecto que llevaba en mente muchos años.
Preguntando a otros profesionales y emprendedores las respuestas no fueron muy halagüeñas: “prepárense para lo peor”, “no sé si van a poder llevarlo a cabo”, “hay mucha competencia y empezar de cero no es lo más aconsejable”, pero, también hubo respuestas motivadoras: “felicidades por emprender”, “el camino si cuentan con recursos y experiencia es éste”, “pase lo que pase ya triunfaron”.
Mirando hacia atrás el camino no ha sido nada fácil. Abrir un centro auditivo, sin ser franquicia y con un capital 100% canario es complicado. Una apuesta arriesgada, podríamos afirmar. Hay que llevar a cabo una inversión muy alta y sin conocer los resultados finales. No olvidemos que Sonotones Canarias es un pequeño barco en un mar muy bravo y rodeado de enormes transatlánticos pero que sigue un rumbo recto, claro y respetuoso. Proporcionar una alternativa y darnos a conocer se convirtió en el objetivo principal de este año.
El apoyo de nuestros pacientes lo estamos ganando a base de dar soluciones realistas y claras a sus dificultades auditivas; apostando por la tecnología y la innovación, y facilitando el acceso a la misma dado la complicada situación actual.
Agradecemos el apoyo y cariño que, día a día, recibimos en el gabinete y seguiremos trabajando para que este proyecto se consolide y expanda.