¿Qué es escuchar? ¿Qué implica?
Si nos paramos a pensar, en muchas ocasiones, cuándo estamos en una conversación se manifiestan varias situaciones personales: podemos estar escuchando activamente, o estamos pensando en la pregunta o respuesta que vamos a formular, o directamente estamos pensando en otra cosa y nos limitamos a repetir la última palabra de nuestro interlocutor con la esperanza de que la conversación termine pronto.
Cuando escuchamos activamente estamos presentes en esa conversación. Todos nuestros sentidos están en modo “on”, atentos exclusivamente a las palabras de la otra persona. No existe, en ese instante, ruido mental. Literalmente no estamos pensando. Parece que el mundo se detiene. No existe nada más nuevo, importante o interesante. Esto no implica que debamos conocer a nuestro interlocutor. Simplemente estamos escuchando a la otra persona.
Cuando somos conscientes de que estamos pensando en qué vamos a decir o preguntar a continuación; podemos apagar el botón de “escucha automática” y encender el de “escucha activa”, simplemente estando presentes.
Para una persona con dificultades auditivas supone un doble reto porque además de practicar la escucha activa debe realizar una concentración mental importante dada su falta de audición. Los audífonos ayudan a eliminar ese obstáculo extra permitiendo a la persona llevar a cabo la “escucha activa” siempre y cuando sea capaz de ello.
La escucha activa está vinculada con la empatía, con mostrar interés real en las otras personas. Cuando realmente te sientes escuchado conectas irremediablemente, generando sentimientos y actitudes de confianza, respeto y valoración. Por eso es tan importante escuchar bien y practicar una escucha activa.